miércoles, 30 de abril de 2008

La indentidad

El Sufi Bayazid dice acerca de si mismo:

De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: “Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo”.

A medida que fui haciendome adulto y cai en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transforme mi oración y comencé a decir: “Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque solo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho”.

Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración es la siguiente: “Señor, dame la gracia de cambiarme a mi mismo”.
Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida.

domingo, 27 de abril de 2008

Para fijar prioridades

Cierto día un motivador experto estaba dando una conferencia a un grupo de profesionales. Para dejar en claro un punto, utilizó un ejemplo que los profesionales jamás olvidarán…

Parado frente al auditorio de gente muy exitosa dijo: “Quisiera hacerles un pequeño examen”. Debajo de la mesa saco un jarro de vidrio, de boca ancha y lo puso sobre la mesa frente a él. Luego sacó una docena de rocas del tamaño de un puño y empezó a colocarlas una por una en el jarro.

Cuando el jarro estaba lleno hasta el tope y no podía colocar más piedras preguntó al auditorio: “¿Esta lleno este jarro?” Todos los asistentes dijeron que si. Entonces dijo: “¿Están seguros?”, y sacó de debajo de la mesa un cubo de piedras pequeñas de construcción. Echó un poco de piedras en el jarro y lo movió haciendo que las piedras pequeñas se acomodasen en los espacios vacíos que habían entre las grandes.

Cuando hubo hecho esto, preguntó una vez más: “¿Esta lleno este jarro?” Esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría, y uno de los asistentes dijo en voz alta: “Probablemente no”.

“Muy bien contesto el expositor.” Sacó de debajo de la mesa un cubo lleno de arena y empezó a echarlo en el jarro. La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y las pequeñas. Una vez más preguntó al grupo: “¿Está lleno el jarro?” Esta vez varias personas respondieron a coro: “¡¡No!!”

Una vez mas el expositor dijo: “Muy Bien”, y luego se sacó una jarra llena de agua, y echo agua al jarro hasta que estuvo lleno hasta el borde mismo.

Cuando terminó, miró al auditorio y preguntó: “¿Cual creen que es la enseñanza de esta pequeña demostración?” Uno de los espectadores levantó la mano y dijo: “La enseñanza es que no importa que tan lleno esté tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más cosas...” El expositor replicó: “¡No!, esa no es la enseñanza. Lo que realmente nos enseñan esta demostración es que si no pones las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en ningún otro momento.

¿Cuales son tus piedras grandes?

jueves, 24 de abril de 2008

Sólo 15 días

Hoy os dejo un video para que reflexionemos un poquito sobre esta sociedad en la que vivimos.
Ya me contaréis que os ha parecido...

martes, 22 de abril de 2008

Dejad que os enseñen

A los adultos, quería decirles lo siguiente:

Hablad con los niños y no simplemente a los niños.

Escuchad lo que tienen que decir. Respetad su derecho a ser escuchados.

Haced para ellos un espacio de justicia en nuestro pueblo mundial.

Ayudadlos a ser ellos mismos en nuestra gran familia.

Y por encima de todo… dejad que os enseñen lo que quizás vosotros ya hayáis olvidado: la comprensión, la tolerancia, la amistad, la paz, la fraternidad y, ante todo, el amor.

KENNETH KAUNDA
(Presidente de Zambia)

miércoles, 16 de abril de 2008

Juzgar antes de tiempo

En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La camarera puso un vaso de agua en frente de él. “¿Cuanto cuesta un helado de chocolate con cacahuates?” preguntó el niño.”Cincuenta centavos”, respondió la camarera.

El niño sacó su mano del bolsillo y examinó un número de monedas. “¿Cuánto cuesta un helado solo?”, volvió a preguntar.

Algunas personas estaban esperando una mesa y la camarera ya estaba un poco impaciente. “Treinta y cinco centavos” dijo ella bruscamente.” El niño volvió a contar las monedas.

“Quiero el helado solo” dijo el niño. La camarera le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa. El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue.

Cuando la camarera volvió a limpiar la mesa donde había estado sentado el niño, le costó tragar saliva con lo que vio…Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, habían veinticinco centavos, su propina.

lunes, 14 de abril de 2008

Una pequeña historia

Esta es una historia sobre cuatro personas que se llamaban todo el mundo, alguien, cualquiera y nadie.

Había que hacer un importante trabajo y todo el mundo estaba seguro de que alguien lo haría. Cualquiera podría haberlo hecho, pero nadie lo hizo.

Alguien se enfado porque era un trabajo de todo el mundo.

Todo el mundo pensó que cualquiera podía hacerlo, pero nadie se dio cuenta de que nadie lo haría.

Al final, todo el mundo culpo a alguien cuando nadie hizo lo que cualquiera podría haber hecho.

sábado, 12 de abril de 2008

Las funciones del maestro/a

Hace un tiempo, me llegó un mail con el título de “las funciones del maestro”…Hoy, os lo escribo aquí en el blog, para que aquella gente que no lo recibió, pueda leerlo ahora…

Detectar caries, problemas de oído, pies planos, personalidad, carencias afectivas... y cuando llegas a tu casa con intrusillos en la cabeza...piojos!!
Hacer de papá y mamá con niños carentes de afecto, y no tener derecho a que eso te afecte.


Llevar a curar a Enrique y dejar al resto de la clase sin atender. Hacer mil y una reuniones para aclarar a padres, madres y alumnos que la administración no enviará un sustituto.

Ir de colonias o de viaje de estudios, trabajar 24 horas al día por la cara, ser responsable de todo lo que pasa y, además, pagar el canguro para tus hijos.
Dar clase a diferentes niveles, tener 200 alumnos, conocerles a todos (por nombres y apellidos), motivarles y orientarles.

Hacer, restaurar, plastificar... el material de clase.

Documentarte, programar clases, preparar el material, ver las novedades editoriales, hacer entrevistas a las familias, y, por la noche, corregir exámenes y ejercicios.

Coordinarte con los ciclos, niveles y departamentos.

Quererse reciclar en horario lectivo, y tener que hacerlo en tu horario libre y pagando.

Estar de interino trabajando 15 días en E.Infantil en Fuenteovejuna, 1 mes en Osasuna, 3 meses en el aula de Educación Especial de Villacarrillo y el resto del tiempo dando inglés en Motril.

Saber informática, psicología, dibujo, mantenimiento de edificios, mecanografía, levantar actas, libros de escolaridad, limpiar la multicopista, arreglar la fotocopiadora, desatascar el wáter, rellenar los papeles de la adscripción…

A esto hay que añadir el tener que hacer de psicólogo con los padres/madres, escuchando sus problemas de pareja, divorcios, cuernos, maltratos, alcoholismo, etc. Sin tener uno mismo derecho a tener problemas pues como todo el mundo sabe, el profesor siempre es feliz, los problemas los tienen los demás.

Además, normalmente, los profesores no deben esperar un agradecimiento o un reconocimiento por toda la labor hecha, hacer de padre-madre-psicólogo-cuidador-enfermero-educador... no merece un 'gracias' por todo ya que para eso nos pagan y sobre todo, para eso tenemos vacaciones... muchas vacaciones!!

Tampoco hay que olvidar las amenazas de padres, los insultos e incluso agresiones... bueno, no sólo de padres, también de algunos niños, eso sí, sin tener ningún derecho para defenderse. Y Dios nos libre de hacerlo...

Y... Aún así, ¡amamos nuestra profesión! ¡¡Ay que joderse!!

¡FELIZ DÍA A TODOS Y MÁS A TI SI ERES O SERÁS PROFE!

miércoles, 9 de abril de 2008

Todo por ella

Hace muchos años, en un Hospital de Stanford, había una niñita llamada Liz, quien sufría una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse, aparentemente, era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad, y había desarrollado anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Dudo sólo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: “Si, lo haré, si eso salva a Liz.”

Mientras la transfusión continuaba, el estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras las enfermeras le asistían a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Él, miro al doctor y le preguntó con voz temblorosa: “¿A que hora empezaré a morirme?”

Siendo sólo un niño, no había comprendido al doctor. Él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana… Y aun así se la daba!!

lunes, 7 de abril de 2008

Sueños de un hombre despierto...

Hoy no voy a poner un cuento...hoy os voy a dejar una de las mejores canciones que tiene Ismael Serrano en su último disco "sueños de un hombre despierto".
Espero que os guste...


SI SE CALLASE EL RUIDO


No te dejará dormir este estrépito infinito
que intenta llenar los días de tinieblas y enemigos.
Una estruendosa jauría se empeña en hacer callar
las preguntas, los matices, el murmullo de ojalás.

Ruido de patriotas que se envuelven en banderas,
confunden la patria con la sordidez de sus cavernas.
Ruido de conversos que, caídos del caballo,
siembran su rencor perseguidos por sus pecados.

Si se callase el ruido oirías la lluvia caer limpiando
la ciudad de espectros, te oiría hablar en sueños
y abriría las ventanas.
Si se callase el ruido quizá podríamos hablar
y soplar sobre las heridas, quizás entenderías
que nos queda la esperanza.

Ruido de iluminados, gritan desde sus hogueras
que trae el fin del mundo la luz de la diferencia.
Ruido de inquisidores, nos hablan de libertades
agrietando con sus gritos su barniz de tolerantes.

Nunca pisa la batalla tanto ruido de guerreros,
traen de sus almenas la paz de los cementerios.
Háblame de tus abrazos, de nuestro amor imperfecto,
de la luz de tu utopía, que tu voz tape este estruendo.

Si se callase el ruido oirías la lluvia caer limpiando
la ciudad de espectros, te oiría hablar en sueños
y abriría las ventanas.
Si se callase el ruido quizá podríamos hablar
y soplar sobre las heridas, quizás entenderías
que nos queda la esperanza.

viernes, 4 de abril de 2008

Carta de un hijo a todos los padres del mundo:

· No me des todo lo que pido.
A veces, sólo pido para ver hasta cuánto puedo coger.

· No me grites.
Te respeto menos cuando lo haces; y me enseñas a gritar a mí también.

· No me des siempre órdenes.
Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

· Cumple las promesas, buenas o malas.
Si me prometes un premio, dámelo; pero también si es un castigo.

· No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana.
Si tú me haces sentir mejor que los demás, alguien va a sufrir; y si me haces sentir peor que los demás, seré yo quién sufra.

· No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer.
Decide y mantén esa decisión.

· Déjame valerme por mí mismo.
Si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender.

· No digas mentiras delante de mí, ni me digas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro.

· Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga el por qué lo hice.
A veces ni yo mismo lo sé.

· Cuando estás equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti, y así me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.

· Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos.

· No me digas que haga una cosa y tú no la haces.
Yo aprenderé siempre lo que tú hagas, aunque no lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no lo hagas.

· Cuando te cuente un problema mío, no me digas “eso es una bobada, no tiene importancia”.
Quizá para mi sea muy importante; trata de comprenderme y ayúdame.

· Y quiéreme y dímelo.
A mi me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.

Anónimo

miércoles, 2 de abril de 2008

Mi mejor amigo

Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto… y discutieron agriamente. Uno de ellos le dio una bofetada al otro. Éste, ofendido, escribió en la arena: “Hoy mi mejor amigo me dio una bofetada”.

Continuaron su camino y llegaron a un oasis, donde decidieron bañarse. El que había sido abofeteado se estaba ahogando, y el otro acudió en su rescate. Al recuperarse, tomo un cincel y escribió en una piedra: “Hoy mi mejor amigo me salvó la vida”.

Intrigado aquel le preguntó: -¿Por qué después de que te lastimé escribiste en la arena, y ahora escribes en la piedra? - A lo que el amigo le contesto: -Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribirlo en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se encargará de borrarlo. Cuando nos pasa algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra del corazón, de donde ningún viento podrá hacerlo desaparecer. -
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