martes, 23 de septiembre de 2008

Las tres rejas

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa y le dice a éste:

-Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia…

-¡Espera!-le interrumpe el filósofo-. ¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

-¿Las tres rejas?- preguntó el discípulo.

-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

-No. Lo oí comentar a unos vecinos.

-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja que es la bondad. Eso que deseas decirme ¿es bueno para alguien?

-No, en realidad no. Al contrario.

-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

-A decir verdad, no.

-Entonces- dijo el sabio sonriendo-, si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bonito!
Ji ji, soy la visita 901. Tu blog tiene número de coche de carreras (porsche).

Guillermo

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